lunes, 30 de mayo de 2016

HOY, UN DÍA DE ESTOS 

 

Mi nombre es Pilar Salgado pero a mi me gusta que me digan Pily. Para poder hablar de un día en mi vida en la actualidad,  tendría que comenzar por hablar de mi vida hace 20 años :) En 1995 egresé de la carrera de derecho y me titulé con honores; como todo recién egresado busque a toda costa encontrar un buen trabajo en el medio así que afortunadamente logré obtener un buen puesto en una notaría pública la cual en ese momento me generaba un buen ingreso; realmente se trataba de un buen empleo ya que me daba acceso a capacitación y de crecimiento académico, por lo que poco a poco fui creciendo profesionalmente.
 Al pasar un par de años, me enteré que había una vacante para un mejor puesto en una compañía importante, con un mucho mejor sueldo y prestaciones. Como es lógico yo rápidamente me movilicé e  hice trámites para entrevistas y solicitudes y bueno, todo lo que uno hace por un trabajo. Afortunadamente fui seleccionada para el puesto y me hicieron un ofrecimiento formal. Cuando tuve la propuesta en firme decidí platicar con mi entonces jefe y el claramente me dijo que él no podía ofrecerme las mismas prestaciones pero que me ofrecía un aumento y facilidades para seguir estudiando con tal de que me quedará ahí. Así que me pasé una noche considerando los pros y contras, y ya poniendo las cosas en una balanza decidí rechazar aquella excelente propuesta del nuevo trabajo porque me convencí a mi misma de que me “convenía” quedarme donde estaba.

Pero para ser muy muy honesta lo que realmente pasó es que me dio miedo, muchísimo miedo el cambio, me dio miedo el desafío que me implicaba un nuevo trabajo: trasladarme a una zona que no conocía, a tener que viajar, a entrar a una empresa desconocida, a conocer gente nueva, bla bla bla…
M I E D O !!


Y es que viendo hacia atrás, todo lo bueno que esta empresa me ofrecía no era más grande que mis miedos. En ese momento yo no imaginaba lo diferente que es enfrentar esos mismos retos frente a un destino que en verdad anhelas.
Efectivamente me aumentaron el sueldo y hasta me dieron mi propia oficina.  Pero al paso de los meses me llego una sensación de aburrimiento enorme, me sentía muy estancada, desmotivada y hasta deprimida; iba porque tenía que ir y porque era lo que se suponía que tenía que hacer; todo mundo esperaba eso de mí (al menos eso era lo que yo percibía), que yo me viera muy formalita y arregladita como abogada y sobre todo que fuera una abogada porque para eso había estudiado.

Así que seguí en una rutina de todos los días, que poco a poco me fué asfixiando;  como mi horario de trabajo me dejaba la tarde libre pensé intentar cosas nuevas:  me metí a terminar de estudiar inglés, pensé en irme a hacer un posgrado fuera de México (seguía empanicandome como no imaginan la idea de viajar) me metí a algunos cursos aquí y allá; y ya por ultimo me metí a un pequeñito gimnasio muy cerca de mi casa y me encantó el lugar. Ahí todo mundo me parecía que estaba de buenas y muy motivado, y yo quería eso, necesitaba eso en mi vida. Me gustó tanto ver los cambios en mí que yo en un par de meses ya quería ser como las maestras que ahí daban clases (ajaaaa ). Ahí mismo un par de meses después iniciaron una capacitación para poder ser instructora y por supuesto entre las porras de mis compañeras y mi enorme gusto por este rollo de las clases pues me metí y en menos de dos meses ya estaba dando mi primera clase. Claro que empecé supliendo clases y las primeras que me invitaron a dar, ya como titular, eran a las 6 de la mañana, (esas clases que nadie quiere) y me pagaban una nada. Pero yo estaba ENCANTADA! ¡Había encontrado una actividad que me hacía muy feliz!! Y no solo por los cambios que hizo en mi tanto físicos como emocionales: dentro de mi yo comenzaba a ser distinta: me sentía más segura, motivada, de buen humor, con una sonrisa en cuanto llegaba a dar clases; sentí que volvía a ser esa persona que yo era antes de estar tan aburrida en mi otro trabajo. 
Y comencé a ir a todos los cursos posibles, a dedicar todo mi tiempo libre a capacitarme, a ir a convenciones de "aerobics" (así se les llamaba antes a todo lo que haciamos en clase, nada de cross fit, funcional o pilates) y fitness, a pagar para ver a expositores internacionales; me empecé a asomar a este mundo y decidí que yo quería dedicarme a esto y ser como ellos: yo quería capacitar gente y ser expositora internacional de fitness (ni siquiera sabía como, pero yo queria hacer eso); quería cambiarle la vida a gente como me había sucedido a mí; quería colaborar en algo con la sociedad poniendo una sonrisa en la gente que venía a tomar clase conmigo. Así que tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: renunciar a mi carrera de abogada y me dedicarme a lograr mi sueño. Y eso hice. 
Pero antes de continuar, quiero preguntarles: recuerdan porque están haciendo lo que hacen ahora?  La mayoría vivimos haciendo lo que nos dijeron que debíamos hacer; lo que se supone que debemos hacer. Y según encuestas de empresas que se dedican a contratación de personal entre el 65 y 80% de la gente que trabaja no está feliz con lo que hace. 

¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si todos o la mayoría fuéramos personas apasionadas por lo que hacemos, arriesgándonos a intentar caminos distintos? Como sería el mundo si ese 80% fuera de personas apasionadas por lo que hacen, y con su ejemplo inspiraran a los demás comenzando por los más cercanos: la familia, los amigos, la comunidad
¿Será que no sabemos cuál es nuestro sueño o nuestra pasión? 

Hoy,  después de 17 años, continúo dando clases y  tengo también la bendición y fortuna de liderar mi propio proyecto de capacitación para instructores, el cual tiene como misión el formar profesionales de acondicionamiento físico responsables, profesionales y apasionados por su trabajo.
He tenido la fortuna de ser expositora de fitness en múltiples convenciones de nivel nacional e internacional y presentar mi trabajo ante cientos de personas; logré mi sueño aquel de estar en los mismos escenarios que aquellos que fueron mi inspiración cuando comencé esta carrera.

Me desempeño también como coordinadora del Domo de Actividad Física del ITESO, universidad de donde soy orgullosamente egresada; en este puesto tengo la oportunidad de colaborar con este maravilloso proyecto de Actividad Física y Salud Integral donde colaboro con gente que comparte esta pasión y que busca promover la salud a través del movimiento; generar estilos de vida más saludables a nivel comunitario no solo en la universidad sino también fuera de ella.
Yo me declaro una convencida de los beneficios del ejercicio y la actividad física y creo que:
·         Tocando a una persona, puedo llegar a sus familias y comunidades y que con ello contribuyo con un granito de arena, a que México sea más saludable. Que puedo inspirar a que hagan pequeños cambios en sus estilos de vida para llegar a uno más activo y por ello más saludable.
·         Que en una capacitación puedo ayudar a personas a tener un oficio para que puedan salir adelante, a colaborar para que sean autosuficientes; a mejorar su autoestima y a convertirse en ejemplos para sus familias.
Megapulsación 2016. clase especial Pilates 2014. Carrera del Lobo 2015 (Algunas de estas fotografías fueron tomadas de la página de FB deporte y salud)Reality fitness 2009; Clase Maestra 2014.  Equipo" a mi nadie me hunde" 2015.
 Los temores que tuve cuando me ofrecieron aquel excelente empleo que rechacé no se fueron; pero me atreví a afrontarlos porque mis sueños hoy son mucho más grandes que esos miedos.
 Hasta la próxima!

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